Gracias a la iluminación de led de bajo consumo, la energía solar nos ofrece actualmente soluciones sencillas y nada caras para resolver problemas de iluminación en áreas privadas. Uno de los productos más versátiles y populares son los focos de seguridad con sensor de movimiento.
Los focos solares de led con sensores de movimiento son muy útiles allá donde necesitamos no solo una iluminación momentánea cuando nos acercamos a la entrada de nuestra propiedad o pasamos de largo para cruzar el jardín por la noche en dirección a la casa, sino que aportan un punto más de seguridad, ya que detectan movimientos por diferencias térmicas en un radio de hasta 7 metros, evitando que un intruso aproveche la oscuridad total.
Algunos modelos de farola solar para jardín ofrecen dos modos de intensidad lumínica, una de bajo consumo, que ilumina lo justo para que el lugar no esté en sombra y otra de alta intensidad en cuanto nos acercamos al foco. En cuanto nos hemos ido, vuelve a la posición de reposo de baja luminosidad.
Un foco alimentado por un pequeño panel solar es una opción a precio razonable para cumplir ambas misiones, ya que una instalación fotovoltaica completa cuesta miles de euros y no compensa en la mayoría de los casos. Por otro lado nos evitamos laboriosas instalaciones eléctricas a 230V en lugares donde no hay tales acometidas y los focos solares nos resuelven la papeleta de forma sencilla y económica, siendo muy seguros al trabajar a bajas tensiones entre 3,6 y 12V.
Existen versiones con muchos leds de baja potencia o focos con leds de 1W o más. Normalmente se encienden durante unos 30 segundos después del último movimiento detectado. Algunos cuentan con posición fija de luz y sus baterías suelen aguantar hasta 8 horas, aunque en invierno y con menos irradiación solar, hay que asumir que este tiempo se reduce hasta un 50%. Se instalan en cuestión de minutos y sólo hay que mantener el panel solar limpio para que su eficiencia sea óptima, pasando un trapito cada 2-3 semanas.
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